Obra seca
Quieres darle un lavado de cara al piso… Tanto tiempo pensando en la reforma. Pero, ¿cuándo hacerla? ¿Y cómo? Y ¿dónde os vais a quedar todos mientras se llevan a cabo las obras? Y ¿cuánto van a durar? Si nos dieran un euro por cada vez que nos hacemos algunas de estas preguntas, u otras similares, seríamos ricos.
El caso es que queremos en este artículo proponerte una variante. Una alternativa que quizá reduzca tu ansiedad y te dé el empujón que necesitas para lanzarte a la piscina. Se trata de la “obra seca”. Empecemos por lo importante: no, no es carísima. Es más, nos parece una gran alternativa para presupuestos limitados, porque, como quienes van a trabajar en tu casa no van a tener que “quedarse a vivir” un mes… o más, pues pueden cobrarte más barato.
Vale. Y eso de la obra seca, ¿qué es? Pues se trata de un tipo de construcción que no necesita tiempo de secado porque no emplea materiales húmedos, como cementos y masillas.
Y eso es gracias a que se emplean materiales que se van incorporando directamente a un sistema de montaje. Es decir, que su instalación se lleva a cabo mediante el pegado, clavado o encastrado de los nuevos sistemas con los antiguos. Hablamos de poner suelos, de hacer divisiones, de recubrir superficies antiguas…
Ventajas de la construcción en seco
Resumiendo, las principales ventajas de la construcción en seco podríamos resumirlas en estas cinco:
- Se realiza de una forma mucho más rápida y, por lo tanto, tiene menos tiempos de espera
- Es mucho más limpia porque no genera escombro y no levanta polvo
- Permite un importante ahorro en la contratación de mano de obra, ya que se necesita menos personal para manipular e instalar los distintos elementos
- Se puede llevar a cabo en todos los espacios de la casa. Y cuando decimos esto, incluimos también la cocina y el baño. Y además nos permite crear muebles de obra de una forma cómoda y sencilla, además de renovar suelos, paredes, tabiques, etcétera.
- Facilita un ahorro económico. Cuanta menos mano de obra, menores son los pagos por la instalación
Limitaciones: no se pueden tirar tabiques ni renovar los sistemas de tuberías
El título de este apartado es, probablemente, lo peor de la obra seca. No puedes, digamos, hacer una obra integral, eliminando paredes, modificando la estructura de la vivienda o renovando los sistemas de tuberías. Lo sentimos, pero ahí ya sí tendrás que remangarte y lanzarte al fango de una casa en estado de sitio durante unas semanas que seguramente se harán eternas. Pero ojo, no dejes que los árboles te impidan ver el bosque: detrás de esas semanas vienen años de satisfacción.
Hacer obras siempre es una excelente catarsis y, cuando se piensan y se deciden y se invierte un buen dinero en ellas, uno aprende a quererlas y a disfrutarlas de lo lindo una vez que se han terminado de ejecutar.
Otra limitación es que, cuando vayas a utilizar materiales de cierta calidad o de características específicas, como el pladur, es muy recomendable que contrates a un profesional. En Lumasa Proyectos, por ejemplo, trabajan con todo tipo de materiales porque tienen un equipo multidisciplinar en el que hay expertos en todas las áreas.
Una gran variedad de materiales en la obra seca
Poco a poco se van incorporando materiales a la oferta de obra seca. Por ejemplo, para renovar un suelo antiguo la opción más barata que se está usando es un suelo vinílico en clic, o algo parecido que es un linóleo autoadhesivo. ¿Cuándo se debe usar? Cuando ya exista un buen suelo instalado y con cierta consistencia y firmeza, se puede poner sobre este de una forma rápida y elegante. Sin molestar a un simple ácaro.
También, en el caso de los suelos, existe la opción del pavimento epoxy, también conocido como suelo de resina. Además, es un suelo adaptativo que se puede emplear tanto en exterior como en interior. O la siempre popular tarima flotante, que resulta sencilla de instalar y ofrece enormes variedades de colores, de texturas y de precios.
Los materiales más usados en la obra seca, haciendo un resumen, serían:
- Pladur, o su “alter ego”, las placas de yeso. Estas suelen ir, sobre todo, en estanterías, o pegadas a tabiques. Tienen muchísima variedad de grosores y se adaptan a cualquier espacio
- Paneles metálicos, con los que se puede revestir cualquier superficie sin la necesidad de retirar materiales de ningún tipo
- Madera, que vale para revestir paredes, suelos, techos… Es muy de uso corriente en la obra seca.
- Papeles pintados. Son otra excelente propuesta para cualquier estancia de la vivienda. De hecho, los hay preciosos para cocinas y para baños.
- Suelos vinílicos, de los que ya hemos hablado antes.
En definitiva, consideramos la opción de la obra seca una alternativa más que interesante para una reforma exprés que permita quitarse de encima problemas que de otra forma tiene difícil solución. Pero recuerden, mejor busquen a un verdadero profesional. Como lo son en Lumasa Proyectos, especialistas en reforma de interiores en Madrid
