Interiorismo de áticos en Madrid

Desde tiempos inmemoriales, el hombre ha querido conquistar el aire. Divisarlo todo, a vuelo de pájaro. Hacer vida en las alturas, sentir el viento recorrerle la piel, asomarse a la vida de los demás y verlos pequeños, bichitos que recorren de un lado a otro el hormiguero de las calles. Vivir en un ático. Vivir en EL ático. Eso nos encanta. De aquí nace la tendencia del interiorismo de áticos en Madrid.

Por eso, cuando se trata de elegir uno, y de reformarlo para vivir, es imprescindible tener una idea muy clara de qué es lo que se quiere, y para qué. Así pues, antes de emprender el camino, conviene pensar qué se va a hacer con él.

Hay que buscar un concepto único que dé coherencia al proyecto y que sirva de guía, haciendo que todos los pasos a seguir sean consecuencia lógica los unos de los otros. Hay que trabajar el espacio de manera que dé lo mejor de sí mismo, buscando las mejores soluciones para cada rincón. Creando espacios que enamoren, arquitecturas que transmitan sensaciones.

Todo esto, y mucho más, es lo que hacemos en Lumasa Proyectos, una empresa de interiorismo, diseño y decoración en Madrid, con más de tres lustros de experiencia en decenas de municipios y en los barrios de referencia de la capital.

El verdadero desafío para un diseñador

El desafío para el diseñador de interiores es conseguir desarrollar espacios que mantenga una fuerte personalidad propia, tanto en aquellos áticos que presenten -y hay muchos- techos bajos e inclinados, como en aquellos que cuenten con poca luz por tener escasas ventanas o como en los que dispongan de techos altos y gran iluminación.

Y, además, si hay un reto que tiene ante sí un especialista en reformas como es Lumasa Proyectos, es darle al espacio la máxima funcionalidad. Para eso hay algunas claves principales: aprovechar la luz, medir bien para sacarle partido a cada espacio, crear muebles de almacenamiento bajos que permitan aprovechar los ventanales…

Pero, a pesar de que no hay un tipo de vivienda más demandado, especialmente en el interior de las grandes ciudades, también estas joyas de la corona de la vivienda tienen que sortear ciertos obstáculos para convertirse en la realidad en la vivienda de los sueños que aparentan sobre el papel.

Veamos si cabe de forma somera estas dificultades. Empecemos por el principio: el aislamiento. Un ático puede ser una vivienda muy fría en invierno y también muy cálida en verano. Si el edificio donde estamos es nuevo y está construido con buenos materiales, usando, por ejemplo, doble tabique relleno con algún aislante, quizá no haya muchos problemas. Sin embargo, si es una construcción con años de antigüedad, quizá convenga una intervención previa.

En este sentido, es bueno también que nos aseguremos de que los cierres de ventanas y puertas sean de madera o de aluminio, que están en buenas condiciones y que no dejen intersticios por donde se cuele el aire y se vaya el calor.

La luz del sol y el efecto del viento

Hay otras contraindicaciones, además de la exigencia de un mejor aislamiento, que conviene poner en manos de un diseñador, cuando se piensa en reformar un ático. Por ejemplo, hay que ser consciente del poder desgastante que tiene la luz del sol, y seleccionar muy bien los materiales que estarán expuestos a nuestro astro un día detrás de otro.

Y también hay que estudiar las direcciones del viento, y las partes más expuestas de la vivienda. Por ejemplo, puede que, pese a su indiscutible valor decorativo, no sea una buena idea ubicar árboles o plantas con largos tallos en zonas muy expuestas del hogar o de la terraza.

Todos estos son factores que un cliente por sí mismo tiene difícil analizar y resolver, y es por eso que resulta imprescindible el trabajo de un buen equipo de diseño de interiores.

La garantía de una buena inversión

En cualquier caso, como podíamos leer recientemente en el diario El País, además de un capricho, el ático es un activo casi blindado que capea como ningún otro las épocas de crisis. De hecho, el periódico citaba la opinión del director general del Gilmar, José Luis Pérez, quien aseguraba que, durante la crisis inmobiliaria “el precio de los áticos bajó un máximo de un 15%, mientras que el resto de viviendas se devaluaron entre un 30% o 40%”. Cuando la tendencia del mercado es alcista se aprecian mucho más rápido, explicó Pérez, y cuando las propiedades caen de precio los áticos se devalúan entre un 30% y un 40% menos.

Si, además, se lleva a cabo una buena obra de reforma, como la que puede ofrecer Lumasa Proyectos de interiorismo en Madrid, el crecimiento es exponencial. Por eso, muchísimos empresarios y personas con alto nivel de vida invierten en áticos y desarrollan proyectos de reforma en los que se entregan a los más vanguardistas proyectos de firmas como Lumasa, especializada en este campo de actuación.

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