Cuando nos planteamos reformar nuestra cocina, son muchas las consideraciones a tener en cuenta, por lo tanto, debemos pararnos unos momentos a reflexionar sobre nuestras necesidades reales: Tipo de vida, unidad familiar, costumbres, enseres, etc. No son las mismas necesidades, por ejemplo, las que tiene una familia de 4 miembros, donde se cocina todos los días y la cocina es el núcleo de reunión de la casa, a las necesidades de una pareja o persona independiente, que apenas hacen uso de ella.
Otra consideración importante es el tamaño de la misma, intimamente relacionada con lo anterior, es importante dotar de metros cuadrados a la cocina, cuando esta es una pieza de mucho uso en nuestra casa, pues la cocina se convierte en un lugar de reunión y tertulia ademas de cumplir la función para la que fue creada “cocinar”, por lo tanto, en este último caso es importante crear una zona de “estar/office”, a parte de la zona operativa, que dará este servicio. Si los metros no nos lo permiten, existen recursos con encimeras voladas o muebles multifunción que nos ayudan en este sentido.
Comenzamos con revestimientos: Las paredes y el suelo de nuestras cocinas deben estar revestidos con materiales prácticos y funcionales, pero no por ello debemos renunciar a una estética cuidada o diferente. Si optamos por un mismo material tanto en suelos como en paredes, existen en la actualidad multitud de revestimientos cerámicos rectificados de amplios formatos, con una junta mínima, que nos permiten dar una sensación de paramento continuo, tanto en paredes como en suelos y de gran belleza decorativa, muy fácil limpieza y un buen envejecimiento. Si optamos por utilizar materiales diferentes, en la zona de trabajo siempre inclinarnos por estos revestimientos cerámicos, que soportan bien la agresión de las grasas, el calor y los detergentes y que combinados con otros tales como pinturas, estucos, microcementos o papeles dan un toque diferente en resto de las zonas y que, aun siendo lavables, no son tan resistentes.
Para los suelos podemos, de nuevo, colocar un revestimiento cerámico como el que hemos hablado, que no nos exige ningún mantenimiento especial, pero también podemos optar, porque no, por una tarima aceitada dando continuidad al suelo de la casa, que nos exigirá ciertas atenciones de mantenimiento y la prohibición absoluta del uso de lejías, a cambio, la belleza y la calidez de un material natural que no tiene comparación.
Pasamos a la distribución exterior de los muebles: Cuando nos planteamos distribuir una cocina, además de otras muchas consideraciones que iremos viendo a continuación, es importante tener una simetría en su composicion, esto nos dará una mayor sensación de orden, limpieza en sus líneas y una estética mucho mas cuidada. Tras este apunte, es importante separar la zona de trabajo: Placa, Campana, Fregadero, lavavajillas, lavadora, de la zona de almacenaje y por su puesto pensar en que debemos de integrar al máximo los electrodomesticos: Frigorifico, Lavavajillas, Lavadora. La sensación de orden y facilidad de limpieza que nos aporta una cocina con los electrodomesticos integrados, nada tiene que ver con los electrodomesticos vistos, además de que estos quedan preservados de golpes y enganchones en los mandos. Si el espacio físico nos lo permite, las Islas o las Penínsulas son un recurso muy útil y decorativo para un cocina, pero es imprescindible contar con los metros suficiente para tener una libre circulación al rededor de ellas, en ellas podemos centrar la zona de trabajo e incluso aprovechar para establecer una zona de barra con sillas para desayunos o comidas informales, también es un recurso ideal cuando tratamos de integrar la cocina en el living o salón, con el mobiliario y acabados adecuados.
Pensando en las encimeras, la Piedra natural, el Silestone, el acero o incluso la madera son materiales con los que podemos trabajar, creando encimeras muy resistentes y con una belleza estética que terminan de dar el toque final a nuestra cocina. La variedad de colores y acabados que se fabrican en la actualidad nos dan un abanico muy amplio de posibilidades.
Para las zonas de almacenaje, resultan muy útiles las columnas, muebles de suelo a techo donde con un buen estudio de distribución interior les sacamos un gran partido y en estas, habitualmente, destinamos una parte para integrar los hornos y microondas así como el frigorífico.
En la siguiente entrada hablaremos de la distribución interior de los muebles, materiales, tipos de puerta, tiradores y mucho mas, sin olvidar las campanas extractoras y su vital importancia en nuestras cocinas.