Diferencias entre interiorismo y decoración
Hay especialidades profesionales cuyas áreas de trabajo son tan cercanas que, en ocasiones, se confunden. Por ejemplo, no son lo mismo un psicopedagogo que un pedagogo educativo, como no lo son un juez y un magistrado, o un administrador y gerente. Algo similar pasa con el interiorismo: hay diferencias, y son importantes, entre un interiorista, un diseñador de interiores y un decorador. Por lo tanto, en el artículo de hoy, vamos a analizar las diferencias entre interiorismo y decoración, para poder ayudar a todos los que se enfrentan a la necesidad de contratar un profesional del área.
Empecemos por las cuestiones en común: el objeto de trabajo los tres profesionales es el espacio. Aprovechar al máximo sus posibilidades, hacer que la estancia destaque por sus virtudes y tamizar lo más posible sus defectos.
A partir de ahí, cada uno tiene una misión distinta. Por ejemplo, el interiorista. Cuando utilizamos esta palabra, nos referimos a un profesional que busca la mejor solución para conseguir un entorno habitable. Importante: no piensa solo en la estética, sino, prioritariamente, en la funcionalidad.
De ahí que, cuando un interiorista presenta un proyecto de reforma para un local, oficina o vivienda, existen muchas posibilidades de que proponga mover tabiques, ampliar o reducir salas, crear espacios nuevos… En realidad, el interiorismo, nos explican en el estudio de interiorismo en Madrid Proyectos Lumasa, es un lugar que está a medio camino entre la arquitectura y la decoración.
Es por eso que es imprescindible que el profesional que se vaya a encargar de una reforma de interiores, especialmente si se trata de una actuación integral, sepa lo que hace y tenga una formación contrastada.
Diseño integral del proyecto
El interiorista realiza un diseño integral del proyecto, en el que se incluyen la distribución, acabados, decoración, amueblamiento e iluminación. Y en una segunda fase, lleva a cabo la ejecución y dirección de la obra. Trabajos, todos ellos, que requieren de un seguimiento continuado en el tiempo, cuestión de la que depende el éxito del proyecto.
Por su parte, un diseñador de interiores se ocupa de proyectar mobiliario o espacios internos que pueden ir desde una casa particular a un espacio comercial, un banco, un hotel, un stand de feria o un espacio expositivo.
El diseño de interiores puede también definirse como una disciplina encargade de proyectar y que está involucrada en el proceso de crear la experiencia del espacio interior. Manipula el volumen del espacio que hay que decorar, así como su superficie.
Por lo tanto, además de incluir en su diseño la funcionalidad y la eficacia del espacio, un decorador también tiene en cuenta cuestiones como la obtención de una buena temperatura, el control de la acústica, la iluminación….
Por último, nos queda por ver el profesional de la decoración. Este, en general, es encargado de obtener un determinado ambiente en espacios que ya están previamente definidos. En este caso, por lo tanto, no se propondrán cambios estructurales en los espacios, ni grandes redistribuciones de las distintas estancias, ni siquiera los acabados o los volúmenes o superficies del espacio.
La imprescindible función de un buen decorador
Un decorador de interiores tiene la responsabilidad de mejorar un espacio sin modificarlo. Es decir, utilizan, como herramientas de trabajo, la combinación de colores, el juego con la iluminación y el uso de diferentes materiales como, por ejemplo, mesas, sillas, estanterías, armarios, alfombras, cortinas, etc.
Por lo tanto, podríamos decir que su función cosiste sobre todo en reorganizar y dar un nuevo estilo interior a un espacio, previamente diseñado, de manera que este quede más acogedor, más cálido, más luminoso.
Algunas empresas, como Lumasa Proyectos, afincada en Madrid y con más de 20 años de experiencia en el sector, tienen bien desarrolladas las tres ramas que hemos citado: interiorismo, diseño de interiores y decoración.
Entrando en su web, Lumasa.com, se puede encontrar una clara definición de cada una de las secciones. Y, en cualquier caso, si queda alguna duda, no hay más ponerse en contacto con ellos, comunicarles lo que se desea, y un profesional de la compañía le orientará hacia lo que más necesita.
En esta empresa de interiorismo en Madrid tienen amplia experiencia en reformas de viviendas, empresas y oficinas a lo largo y ancho de los 21 distritos de la capital, así como en muchos municipios de la región como Alcobendas, Pozuelo, Las Rozas o Majadahonda, por citar tan solo algunos de ellos.
Estos profesionales, así como muchos otros del sector, consideran que es imprescindible, en cualquier caso, y sea cual sea el trabajo o el espacio que se desee modificar, un proyecto de interiorismo.
Y eso es porque los profesionales de cada área, con toda seguridad, sabrán señalarnos cuestiones que a nosotros nos pasen desapercibidas. Y sabrán dar ofrecer soluciones, aunando creatividad y experiencia, a cuestiones que, por mucho tiempo que hayamos pensado nosotros, quizá no hayamos sido capaces de encontrar.