Ya sabemos que las cosas no solo son lo que son, sino lo que parecen. Y que, en muchas ocasiones, el espacio no es tanto una cuestión de espacio, como de el objeto que lo ocupa. Así que, en decoración también, el tamaño importa. Y la forma. Así que, si tienes un dormitorio pequeño, pero quieres sentirte lo más cómodo posible en él, sin sentir la falta de espacio, o al menos reduciendo el malestar a la mínima expresión, ponte en contacto con un buen decorador de interiores como, perdón por tanta sinceridad, los de Lumasa Proyectos.
En Lumasa te podemos ayudar desde lo más importante, que es elegir y combinar bien las proporciones de los muebles y seleccionar las formas que sean más adecuadas para el espacio que ocupa esa habitación en tu vivienda. Y lo vamos a hacer en este artículo, donde te daremos un decálogo de consejos para sacarle partido a tu dormitorio pequeño.
No exageramos, se puede tener un excelente dormitorio, a pesar del tamaño. Un lugar que no sea aburrido y que no necesariamente tenga que ser blanco. Solo tienes que aprovechar al máximo el espacio. Te explicamos cómo.
1. Elige una cama y un colchón bajos
Mucho más importante que el hecho de que sea una cama pequeña, es que sea baja. La impresión que dará será de más amplitud que si su altura es elevada. Es posible que te apetezca una cama estilo tatami, pero si esta opción no te acaba de llenar el ojo, busca una cama más convencional con patas pequeñas y delgadas. Así permitirás que circule el aire por debajo y harás de la habitación un lugar más fresco.
2. Cabecero o cuadro: los dos no se pueden elegir a la vez
No es mala idea poner un cabecero en la cama. No solo te separa de molestos ruidos y te aísla del contacto con la pared, sino que puedes instalar uno de esos con secretos que esconden mil sorpresas. La instalación eléctrica, almacenamientos ocultos, lámparas de noche… Sin embargo, también se puede optar por no poner cabecero de ningún tipo y colocar un cuadro en la pared. Pero nuestro consejo es que las dos cosas no las elijas. O cabecero, o cuadro. El secreto de tu habitación está en no acumular.
3. La mesita de noche ha de ser un complemento discreto
Una mesita es, como dice el título de este apartado, un simple complemento. Útil, estético, pero nunca debe hacerle luz de gas a la cama, no dejes que la domine. Su papel es de segundo plano. Y si puedes conseguir que sus patas se parezcan a las de la base de la cama, mejor. Ahora bien, si el espacio es realmente pequeño, no encajones nada. Mejor sin mesilla.
4. Busca muebles multifuncionales
Si hay una clave hoy en día en el diseño es la búsqueda inagotable de la multifuncionalidad. Y, desde que vivimos en familias reducidas en espacios más reducidos todavía, este recurso ha pasado de ser útil a ser indispensable. Para las habitaciones pequeñas, lo que proponemos es un mueble que combine el almacenamiento típico de cualquier armario para la ropa con una zona de trabajo o instalación en un mismo plano vertical. De esta forma, en una sola pared se resuelven varios conflictos de una vez
5. La sencillez, siempre de la mano de la belleza
Hay muchas formas de practicar. Para empezar, no acumular más de dos o tres objetos en la habitación. Y, por supuesto, no caer en la tentación de acumular ropa sobre sillas, o cosas así. En ese caso, la sensación de caos y la reducción de la percepción del espacio están garantizadas. Sin embargo, hay opciones para hacer de esa sencillez una virtud. Por ejemplo, dejando vista la iluminación eléctrica y optando por una de pared de apoyada.
6. La ropa de cama… mejor discreta
Aunque la discreción no tenga que ver con la elegancia, conviene aplicarla. Porque un espacio con reducidas dimensiones, una cama, por ejemplo, repleta de almohadones dará sensación de sobrecarga. Quizá convendría que apostaras por algo relajante pero lujoso, en tonos quizá pastel o con unos estampados suaves.
7. Usa el recurso del almacenamiento superior
Los armarios suspendidos o que posean estanterías a la vista ofrecen un recurso excelente para añadir espacio de almacenaje extra cuando en el suelo no hay demasiado. Armarios que quizá con apenas 40 centímetro de profundidad pueden ser perfectos para guardar libros, accesorios, toallas o ropa de cama extra. Y, quizá, puedas, en la parte de abajo, añadir un escritorio estrecho.
8. Estanterías de obra, otra solución elegante
Son muy bonitas y ofrecen una alternativa excelente para añadir espacio de almacenamiento. Se pueden exhibir flores, libros, adornos… Pero piensa en lo que te hemos dicho: no recargues demasiado. Tu habitación no puede ser una biblioteca, o un jardín. Un toque sutil es mejor que un exceso de recarga.
9. Los espejos como trampantojo
Es un recurso ya antiguo, pero nunca pasa de moda porque realmente los espejos nos dan la sensación de espacio duplicado. Son una forma muy inteligente de reflejar la luz y harán que algo pequeño parezca mucho más grande. Ya sean espejos de pie o pequeños y redondeados encima de otros espacios.
10. Los elementos, mejor simétricos La simetría estructural en un dormitorio puede actuar como base decorativa de todo el espacio. Por ejemplo, armarios idénticos a ambos lados de la habitación, delimitando el lugar exacto de la cama. Los almohadones pueden ser gemelos, como los apliques de lectura. De esa forma se refuerza la sensación de orden.