El reto apostaba por ser grande: Un escaso presupuesto para realizar una vivienda para una familia de 4 miembros, en una reducida superficie de 84 m2, condicionada en altura por una vasta estructura de vigas y pilares. Mediante una reforma integral se modificó por completo la distribución original de la vivienda, estableciendo dos áreas bien definidas: zona privada (compuesta dormitorios y baños) y zona común (salón, cocina y despacho).
La nueva distribución consigue un mayor aprovechamiento del espacio y, junto a la utilización de tonos claros envolventes y de una estudiada iluminación, dan lugar a una vivienda luminosa y cálida. Materiales sencillos y bien combinados, unidos a una continua preocupación por el detalle, hacen de este proyecto otro ejemplo de satisfacción de las necesidades del cliente.